miércoles, 28 de marzo de 2007

¿Dónde quedó la libertad de expresión?

Por: Fernanda Rocha
Aunque muchos digan que en México la libertad de expresión es un derecho respetado se puede decir que es mentira, todo esta tan controlado en esta área, la censura y las amenazas a los periodistas son casos que aún suenan en nuestro país y ni hablar de los medios locales, las amenazas y lo que le sigue esta muy marcado ya que el poder de un medio es muchas veces tomado por el gobierno o por las amistades con poder.

Leyendo un artículo escrito por Celina Peña Guzmán, colaboradora de Intolerancia Diario me pede dar cuenta de que comparto con ella la opinión de que desgraciadamente son los periodistas los más amenazados y censurados no por los políticos -que es lo más graciosos e irónico de la vida- sino por los propios directores de los medios que al tener un contacto con algún hombre de poder inmediatamente nos empiezan a decir esto si se publica o esto no.

Esto puede hacer que los jóvenes reporteros, como dice Zeus Munive Rivera -jefe de información y columnista del diario Cambio- tengan tres distintas reacciones ante la situación que se le presente, la primera es que los jóvenes se frustran al ver que su información aunque sea de interés público no se publique, la segunda es que los jóvenes al ver lo que sucede no duran mucho tiempo en el medio y los terceros son los que empiezan a cobrar por su trabajo, total su información nunca se publicará y con esto se hacen mediocres y conformistas.

Esto es algo que podemos resaltar ya que con esto lo único que esta pasando es que los reporteros que apenas están egresando de las universidades solo busquen -algunos- de llegar a la forma fácil para poder trabajar en lo mínimo y en no investigar y cobrar mucho, como quien dice convertirse en chayoteros, cobrar por dejar que no publiquen la información y dejar que los mismos que dominan, lo sigan haciendo a base de mentiras y engaños al pueblo.

Esto lo dice Zeus Minuve en un artículo titulado Convenio mata talentos, y esto es parecido a lo que dice Celina Peña, los medios no ven por el crecimiento del periodismo solo ven por la rentabilidad del medio, no ven por el derecho de informar y de estar informado, solo ven cuanto cobrar y los famosos convenios de publicidad del gobierno para poder solventar los gastos de un medio de comunicación como lo es un periódico.

Es una lástima que sean los llamados “periodistas” los que acaben por olvidarse de los bello y lo gratificante que es esta profesión para pensar solo en negocios y más negocios, como si el informar fuera un negocio solo por dinero, ya que esto debe ser una satisfacción.

Ahora, si todo lo que se ha mencionado arriba se pasa a Puebla podemos darnos cuenta de que esta ciudad es la menos indicada para poder hablar de libertad de expresión en los medios y de que la confiabilidad que las personas pueden tener es muy nula ya que desgraciadamente todo esta tan manipulado, tal vez ahora menos que antes, pero sigue manipulado.

Y con esto puedo recordar las palabras de Mario Alberto Mejía -director editorial de Cambio y conductor del programa de radio La quinta columna- tiempo antes de que saliera al conocimiento público el caso de Lydia Cacho, el gobernador de esta hermosa ciudad de Puebla, en frases con un mensaje más que subliminal, daba a entender que él era el que gobernaba en esta ciudad y que los periodistas que no entraran en su mismo canal no estarían bien.

Es cierto fue el propio gobernador el que se encargo de infundir miedo entre los periodistas, para callar lo que al gobierno no le convenía que se supiera, para hacer solo críticas constructivas de su gobierno y fue de esta forma como de la mayoría de los reporteros los halagos para el Señor gobernador no se hicieron esperar ya que se dice por ahí que fueron muchos los amenazados.

Lo peor de esto es que él se dijo a sí mismo -dado a conocer por Martín Hernández Alcántara, reportero de la Jornada de Oriente- en una reunión con grupos religiosos, “el instrumento de Dios”, pero como es eso posible en pleno siglo XXI. Y lo que es peor como te haces llamar “el instrumento de Dios” censurando a la gente, impidiéndoles uno de sus derechos como lo es el de la libertad de expresión, como es posible que te des ese nombre y trates de llevar solo miedo y amenazas a tus semejantes.

Es cierto si bien esto quedo en el pasado, con la aparición de las llamadas de Marín con Nacif y con un sin número de personajes conjurando en contra de una periodista -Lydia Cacho- y violando un derecho de ella que es el mismo que de todos los periodistas en Puebla.

Pero con esto no se puede olvidar de que Puebla es una ciudad gobernada por un hombre que repudia a los periodistas, reporteros y profesiones afines y es que no sé si ya es de familia pero si recordamos las agresiones cometidas por un guarura de Roberto Marín - hermano de Mario Marín- contra un reportero del periódico Intolerancia, Mario Martell, nos podemos dar cuenta de que la agresiones a periodistas están al orden del día.

Martell, quien a pesar de denunciar al que resultara responsable, lo tuvo que hacer en la PGR y trasladar el caso a México y no hacer todo en la PGJ del estado, por estar ahí la tan conocida Blanca Laura Villeda, procuradora y amiga del llamado gober precioso.

En un artículo de Aurelio Fernández -director de la Jornada de Oriente- hace mención de una entrevista con Mario Marín, en la cual el llamado gober precioso resalta el hecho de que los reporteros que publiquen una información comprometedora de algún funcionario o trabajador del gobierno, debe presentar pruebas para que se le investigue, sancione y en su defecto se le sancione con la cárcel.

En esta entrevista menciona que las críticas que solo confunden a la gente, debe erradicarse de la ciudad y que su gobierno trabajaría en eso para que estos periodistas que hacen este tipo de críticas no existieran cosa que a los trabajadores de esta profesión más allá de no parecerles, los dejo con temor de que me hará o que pasará con lo que diga.

Lo único que puedo decir es que como dice Raymundo Riva Palacios en su libro La prensa de los jardines, “... la verdad nunca se lleva con la política.”y es que en estos días es imposible que un medio de comunicación sea al 100% confiable ya que es cierto la ética de un periodista se ve muchas veces opacada por el dinero que un gobierno le da para poder impedir que una información se de a conocer y de esta forma, los periodistas, los que más tenemos en mente luchar contra el poder, terminamos en ocasiones aliándonos con ellos.

Es cierto eso de que mientras más cede el medio, la presión del gobierno va siendo cada vez mayor, al grado de que el medio termina siendo el vocero de los políticos y no de la gente que más lo necesita, en este caso el pueblo, los obreros y los campesinos.

En fin, algo que creo que nunca se nos debe olvidar que nosotros somos los que tenemos que luchar porque los más pobres y humillados sean escuchados y porque se les haga justicia y en base a eso sentirnos satisfechos, no debemos ser los del montón que solo sueñan con tener coches del año y casas lujosas y todo lo que soñamos, si es así nunca hubiéramos escogido esta profesión y mejor hubiéramos escogido alguna carrera saturada y con fama de que seríamos millonarios.

La ética con el periodismo no están peleados del todo, no debemos olvidarnos de que el periodismo es en contra del poder no a favor, no debemos guardar los secretos del poder para sacar dinero, debemos escribir y darlos a conocer para que la gente pueda darse cuenta de quienes son sus gobernantes y en manos de quien dejan su país, su dinero, sus valores y a veces su vida.

Es necesario que los periodistas planteen sus ideologías, es cierto, es muy difícil ser neutral, aunque no imposible, debemos tener algo porque luchar pero sin que esto se incline más a cierto partido, a cierta religión, es cierto es bueno sentirnos identificados con algo o con alguien pero cuando se trata de informar no debemos dejarnos guiar por esas igualdades, es necesario que olvidemos un poco lo que nosotros pensamos y opinamos para poder ser sino al 100% objetivos por lo menos un 60% o 70% para que podamos ser más verídicos.

En lo personal, yo puedo decir que la carrera que escogía tal vez no sea lo que yo pensaba, es cierto, sabía de la censura y todo lo que a esto le rodea, pero ahora más que nunca sé que debo de luchar primero contra mi misma para poder hacer lo más confiable mi información, luchar porque este país cambie y que los gobernantes no compren los medios, difícil pero no imposible, es cierto para eso se tiene que cambiar la mentalidad de toda la gente pero tengo la esperanza de lograrlo.

Sé que esto se llevará mucho tiempo y que tal vez no lo vea pero prefiero empezar a cambiar las cosas en este país y morirme con la tranquilidad de que si se sigue por un buen camino pronto este México tan corrupto en el que vivo se convierta en el México tranquilo y justo con el que tanto sueño.

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