Por: Fernanda Rocha.
El viernes en la noche mientras veía las noticias de Puebla, el conductor de este noticiero informaba que un periodista había muerto, en Veracruz cumpliendo con su trabajo, dio el nombre, era el señor Amado Ramírez, corresponsal de esa televisora -Televisa- y al mismo tiempo daba el pésame a su familia.
Las noticias terminaron y le cambié de canal para saber que tan cierto era lo que había dicho aquel hombre, y bien llegó el noticiero de las 10:30 p.m. con Alejandro Cacho, pasaban las notas de día pues era Viernes Santo y por fin pude darme cuenta de que era cierto, había muerto aquel periodista.
Los errores del informador de Puebla eran muchos, el periodista asesinado en efecto era Amado Ramírez, corresponsal de Televisa, muerto en Acapulco -pues ahí trabajaba- tres tiros en la espalda ¿lugar? Saliendo de una radiodifusora donde el tenía un programa.
Es cierto para muchos tal vez Televisa no sea ni lo más grande, ni una empresa admirable, pero lo cierto es que ahí trabaja gente que -en cuanto a noticias- son periodistas, comunicólogos, informadores como muchos de los que deseamos serlo y que desde este momento ya nos sentimos colegas de ellos, sí, competencia pero al fin colegas.
Lo que más coraje me da es que los encargados de los derechos de los periodistas solo hablan a un noticiero para decir que es un acto que repudian y que harán todas las investigaciones pertinentes para poder castigar al o a los autores de este hecho, pero al final no lo hacen o se quedan en el intento de hacerlo, ¡no es justo!.
No es justo que los periodistas estemos expuestos a estos hechos en un país como México que se supone es libre y que de libre no tiene nada, porque si hablas o tocas un tema que debe ser callado o ignorado te amenazan, te matan, te secuestran en fin, tantas y tantas cosas que te hacen y no solo a ti sino a tu familia.
Es cierto nadie sabe que es lo que provocó que asesinaran a este periodista, tal vez un comentario, una investigación, una nota, una entrevista quien lo sabe, pero si fue consecuencia de esto la pregunta que me queda por hacer es ¿Dónde esta el respeto a tus derechos y garantías ya no como periodista sino como persona?.
Finalmente los periodistas somos los encargadas de informar a la gente lo que sucede en nuestro país principalmente, y eso significa decirle a la gente que México esta lleno de corrupción, de poder mal manejado, de narcos que gobiernan a municipios, estados completos y quien sabe sino hasta el propio país. Muchas dudas me despierta esta muerte, así como rechazo a la gente de poder.
Los derechos que nosotros tenemos como periodistas no deben quedar olvidados, si en este país se enaltece la libertad de expresión, de opinión, el derecho a estar informado y todo lo que se relaciona con este tema. Lo único que pido a los gobernantes es que si no van a cumplir con lo que prometen en cuanto a nuestra profesión por favor no lo hagan público para que no les podamos reprochar todo lo que no hacen y todo lo que se les olvida al llegar al poder.
Ojalá que los gobernantes y los poderosos dejen de repudiar y llamar chismosos a los periodistas para poder darles el lugar que merecen en una sociedad, pues finalmente gracias a estos chismosos las propuestas que hacen en campañas y en el Congreso son transmitidas y con amplia cobertura a la gente para que el pueblo las conozca y decidan si deben o no votar por ustedes. Y lo peor de todo es que el repudio y el rechazo que ustedes tienen por los periodistas lo transmiten al pueblo que también nos aíslan.
Como joven estudiante de periodismo sólo me queda decir que me avergüenzo de lo que pasa en mi país, de las muertes de tanta gente y que hasta el momento no veo claro -es más ni siquiera veo- si valdrán la pena, es cierto los resultados no se ven en horas o días, ni en meses pero la lucha que se ha iniciado resulta que afecta a todos y que los narcos y los delincuentes no ven quien la hace sino quien la paga.
Con este hecho y con lo que siento -que arriba ya he expresado- solo me queda decir que la lucha porque mi país sea mejor y que respete los derechos y obligaciones de todos va a seguir en mi y voy a hacer lo que este a mi alcance pero con esto no me queda más que prepararme lo mejor posible y ejercer mi profesión en un lugar lejos de México que poco a poco se ha ido ganando el primer lugar para ser el país más peligroso para ejercer el periodismo.
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